Los que me seguís desde hace algún tiempo, seguro que sabéis de mi debilidad por los dormitorios. Efectivamente, es un lugar en el que tampoco se pasan tantas horas (al menos despiertos) y por eso a veces se descuida un poco su aspecto. Sin embargo, el dormitorio es un lugar en el que debemos cuidar los detalles, debe resultar acogedor, agradable, cómodo y confortable y ligeramente romántico… sin abusar 😉 Por eso hoy os voy a enseñar un dormitorio tremendamente sencillo pero con un aire encantador, y contaros algunas claves para conseguirlo!
Este dormitorio es pura sencillez. La estructura de la cama, tapizada, le da un extra de calidez y los tonos utilizados… tonos neutros como son los blancos, beiges o arenas, siempre aportan una sensación de limpieza, claridad, dar luz y permiten que pequeños detalles decorativos cobren un papel destacado.
Utilizar materiales naturales tanto en textiles y en elementos sencillos como estas mesillas, o las escaleras de madera consiguen dar un aire muy especial donde como decía, cualquier pequeño detalle (como el jarrón con flores) cobra un papel importante dándole a la estancia un toque de calidez y romanticismo tan sutil como encantador.
Al otro lado de la cama encontramos otro rincón adorable con una sencilla lámpara de pie con una simple pantalla blanca y el pie dorado, aportando luz brillo y ese toque glam que siempre nos da el «oro»
Un simple cesto donde poner unas mantas o cojines es otro elemento que llena el espacio con ligereza y mantiene ese aire fresco que seguro has sentido desde la primera foto 😉
Fotografías: Suzanna Scott – Vía
Espero que os haya gustado el post de hoy y os ayude a sacar ideas de cómo con unos sencillos elementos, y unas combinaciones poco estridentes podréis conseguir un dormitorio adorable, romántico, fresco y acogedor.
Feliz semana
MariAngel